Ciudad de México, 10 de noviembre de 2012
A la comunidad de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y a quienes están interesados en que se encuentre una solución a las problemáticas que actualmente atraviesa esta institución.
Mi nombres es Tupak Ernesto García Fernández. Actualmente soy profesor e investigador de la UACM. Pertenezco a la academia de física del plantel San Lorenzo Tezonco perteneciente al colegio de ciencia y tecnología e ingresé en esta institución en el año 2006.
Lo que aquí presento es el resultado de un análisis personal y por tanto puede no coincidir con las opiniones de otras personas y grupos. Desde esta misma perspectiva, de alguna manera, intento presentar algunas sugerencias que buscan encontrar salida a esta problemática.
Considero que el conflicto que hoy se refleja a todas luces, incluso fuera de los marcos de nuestra institución, tuvo como disparador las elecciones del tercer consejo universitario (CU) de la UACM. Hoy veo que uno de los objetivos fundamentales de los sujetos activos de este conflicto se ha centrado en quedar en control del poder de la toma de decisiones en la universidad, esto a través de la lucha de al menos dos grupos que intentan quedar en mayoría en el CU. Como resultado de la desconformidad de este proceso electoral una parte del conflicto ha tomado instalaciones de la UACM, lo que ha resultado en una paralización de las actividades de nuestra institución. Aunque las instalaciones han sido tomada por estudiantes, por lo que se considera un paro estudiantil, es conocido que este paro es apoyado también por otros sectores de la comunidad universitaria e incluso por entes externos de la universidad. Sin negar la importancia de los sucesos ocurridos durante y después del mencionado proceso electoral, pienso que esta problemática se remonta mucho más atrás, inclusive antes de la llegada de la actual administración de la universidad.
Considerando la existencia de nuestra universidad como una necesidad social y buscando posibles soluciones al conflicto me hago algunas preguntas y presento algunas propuestas.
He escuchado a una parte activa del conflicto decir que el grupo que ha tomado las instalaciones representan a una mayoría de la comunidad universitaria y de igual forma he escuchado lo contrario. Personalmente me gustaría tener conocimiento lo más claro posible de que porciento del colectivo universitario considera el paro como un medio para resolver el conflicto. De igual manera he escuchado opiniones opuestas sobre la legalidad y legitimidad del tercer consejo universitario que hasta ahora ha sesionado, por lo que también me gustaría tener conocimiento de la opinión al respecto de la comunidad universitaria. Es posible que estas inquietudes mías puedan coincidir con las de muchos otros de la universidad. En este sentido presento mi primera propuesta:
1 – Realizar una consulta entre todos los miembros de la universidad para conocer si consideran o no el presente paro estudiantil como una vía para la solución del conflicto. Más concretamente conocer que porciento de la comunidad universitaria apoya el paro o no. De igual forma se puede consultar si consideran, o no, legal y legitimo el consejo universitario que hasta el momento ha sesionado. Por supuesto que esta debe ser una consulta que se realice a través de votación secreta. Quizás esta consulta pueda ser organizada por entes externos, con la participación en cada etapa de su desarrollo de todos los observadores que así lo deseen, de forma que se pueda asegurar su transparencia.
Los resultados de esta consulta, de una u otra manera, significaría un apoyo o no al paro como solución del conflicto actual, así como un apoyo o no a la legalidad y legitimidad del consejo universitario que hasta el momento ha sesionado. Considero que los resultados de esta consulta podrían y deberían ser tomados en cuenta por los actores que pueden decidir la solución del conflicto.
Por lo que hoy puedo deducir de las acciones y respuestas de los grupos en conflicto, no veo un desequilibrio evidente que pueda definir la victoria clara y segura de uno de ellos. Ambos grupos tiene una representatividad no despreciable. Por otra parte puedo sentir que ambos grupos de una u otra manera intentan quedar con el poder mayoritario en el CU. En este sentido realizo mi segunda propuesta:
2 – En mi perspectiva actual, y buscando que se logre un equilibrio que evite consecuencias mayores en este conflicto considero apropiado llegar a un pacto político, incluso firmado ante notario público, que busque asegurar que ninguno de los dos grupos en conflicto quedará en mayoría en el CU. En este caso las decisiones que se tomen en el CU deberían contar con un porciento de aprobación que esté por encima del número de cualquiera de los dos grupos. Esto, desde mi punto de vista, permitiría trabajar centrándose en los consensos y no en los disensos, evitando las decisiones extremas que puedan afectar de forma significativa a cualquiera de los dos grupos en conflicto.
Como expresaba anteriormente, considero que las causas fundamentales del conflicto actual se remontan a mucho tiempo atrás y me parece que no están reflejadas con profundidad en casi ninguno de los puntos que actualmente se discuten tanto al interior como al exterior de la universidad, incluyendo lo que presentan los diferentes medios informativos. Creo que la base del conflicto radica en gran medida en la existencia de visiones diferentes de lo que debería ser la universidad. Desde mi perspectiva, resulta triste que durante más de 6 años que llevo trabajando en la universidad no se hayan creado condiciones internas para realizar debates profundos sobre estas diferencias, a pesar de que el desenlace que hoy vivimos era previsible. Lo que durante este tiempo he visto, es que buena parte de los actores del conflicto, de un lado y del otro, ya tienen definido como debe ser la universidad y por tanto buscan el poder para de esa forma ejecutar sus puntos de vista. Por otra parte hay un tercer grupo no homogéneo, que quizás pueda resultar mayoría de la población universitaria, que por una u otra razón no ha participado activamente en el conflicto ni en muchas de las actividades que definen el rumbo de la universidad. Estos puntos me llevan a las siguientes propuestas:
3 – Independientemente de cómo se resuelva el conflicto de la lucha por el poder en la UACM, considero apropiado crear condiciones lo antes posible para que se viertan, discutan, analicen, profundicen e investiguen los diferentes tipos de modelos educativos que pudiera implementar la universidad. Los resultados de este proceso podrían ser base para definir el rumbo de nuestra universidad.
4- Podrían crearse mecanismos para la existencia de un congreso universitario permanente, a través del cual el CU, rectoría y todas las instancias de la universidad estarían retroalimentándose para definir sus acciones.
Personalmente considero que hay espacio en nuestra institución para más de una visión de los posibles modelos educativos. Como resultado de las discusiones, análisis y trabajo investigativo que propongo creo que podrían salir propuestas de proyectos que incluso pudieran resultar antagónicos, pero cuyas ejecuciones se pudieran realizar con bases científicas y humanistas. Se pudiera, por ejemplo, llevar a cabo a través de la ejecución de proyectos pilotos donde se pueda demostrar a la sociedad la factibilidad o no de los diferentes puntos de vista.
A pesar de que hay personas que estimo y aprecio, que simpatizan con una y otra parte del conflicto, no me considero parte de ninguna de los dos. Repito que lo que aquí presento, resulta de mi análisis personal y busca de alguna manera encontrar salida al conflicto actual y en gran medida encontrar vías para el trabajo futuro.
Saludos
Tupak Ernesto García Fernández
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